Lupus Eritematoso Sistémico Diagnóstico Oportuno
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El lupus eritematoso sistémico se define como una enfermedad autoinmune multisistémica y de curso crónico. Las manifestaciones clínicas pueden ir desde una presentación cutánea indolora crónica, hasta su forma más grave que conlleva a la muerte por fallo multisistémico. En esta enfermedad se produce la generación de anticuerpos específicos y no específicos dirigidos contra los núcleos celulares de diferentes órganos y tejidos o como algunos autores lo describen, la pérdida de tolerancia debido a la generación de auto – antígenos. Los linfocitos T bajan notablemente y los B incrementan, provocando un aumento de anticuerpos. Esto crea a su vez inmunocomplejos circulantes, que se depositan en las articulaciones, glomérulos renales, membrana basal de la piel, eritrocitos y plaquetas. Esto desencadena posteriormente reacciones de hipersensibilidad tipo I, II, y III. Durante el desarrollo de la enfermedad pueden alternase fases subagudas y fases sin signos clínicos.
Estos complejos antígeno – anticuerpo circulantes causan lesiones inflamatorias tisulares generando glomerulonefritis, vasculitis y artritis así como anemia, leucopenia y trombocitopenia y en algunas ocasiones un poco más aisladas puede provocar también pleuritis, miocarditis y daños al SNC.
La etiología no está del todo descrita y es aun un poco confusa, se conoce que influyen factores genéticos, infecciones víricas y alteraciones de los mecanismos inmunomoduladores y todos estos pueden actuar como desencadenantes de Lupus.
Se ha descrito también una predisposición racial en cuanto al Lupus, en la que resaltan razas como: el pastor Alemán, Beagle, Caniche, Border Collie, Afgano y Setter Irlandés siendo los más comunes, adicional a esto, existen estudios que han demostrado también que la patología suele presentarse con mayor frecuencia en machos que en hembras.
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Debido a su presentación multisistémica los cuadros clínicos pueden iniciar de forma confusa y con signos clínicos no específicos y confundirse con alguna otra enfermedad. Siempre debemos considerar los siguientes 4 signos clínicos y su porcentaje de presentación en la enfermedad:
Lesiones cutáneas, comúnmente comienzan en las zonas que se encuentran más expuestas a la luz solar como nariz, labios, orejas (en especial si son erectas y carecen de pelo), las zonas con poca cantidad de pelo suelen presentar también lesiones cutáneas como las axilas, ingles y vientre. Estas lesiones pueden verse como úlceras en la piel, lesiones costrosas, esto sucede principalmente en la zona de la trufa y en casos graves puede ocurrir una erosión de los cartílagos nasales. La queratosis plantar, seborrea y piodermas secundarios pueden también hacerse presentes.
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Además de estos signos clínicos que son los más comunes pueden presentarse algunos otros esporádicamente como petequias, equimosis (por trombocitopenia), vasculitis, ictericia, efusiones pleurales, esplenomegalia, polimiositis.
Cuando encontramos una presentación de Lupus únicamente con signos clínicos cutáneos, sin daño sistémico, se denomina Lupus Eritematoso Discoide. Y dentro del Lupus Eritematosos Sistémico se describe también una forma en la que se cursa con alteraciones sistémicas ya demás la formación de vesículas subepidérmicas, a esto se le conoce como LES bulloso.
La clave de lograr un diagnóstico exitoso es realizar un diagnostico diferencial preciso y extenso para descartar otras enfermedades como Pénfigo o Leishmaniosis, las cuales a nivel cutáneo tienen una presentación similar.
Se debe tomar en cuenta que la sintomatología en los gatos puede ser un poco más variada que en los perros, comprendiendo comportamientos anormales, pérdida peso, temblores faciales y eso en conjunto con los demás signos clínicos.
Para llegar a un diagnóstico definitivo deben relacionarse los signos clínicos y la detección de células de LES o bien la determinación de anticuerpos antinucleares y los resultados de las biopsias realizadas en zonas no ulceradas.
Diagnó Stico
Uno de los factores más importantes durante el diagnóstico de Lupus Eritematosos Sistémico será la historia clínica por lo que no debemos obviar ni olvidar detalles que puedan orientarnos hacia nuestro diagnóstico definitivo.
HALLIWELL, R.E.W. (1989) Veterinary Clinical Immunology W.B. Saunders pg. 324-333.
